Modificación de conducta
Te ayudamos a solucionar los diversos problemas de conducta que pueda tener tu perro:
- Miedos y fobias
- Problemas de estrés
- Agresión canina
- Agresividad con perros o personas
- Trastornos estereotípicos y trastornos compulsivos
- Modificación de conductas rebeldes
- Problemas de la conducta de eliminación
- Conductas destructivas
- Problemas de alimentación y relacionados con la dieta
Para ello, nos desplazamos a tu domicilio, con un servicio totalmente personalizado de coaching donde aplicamos las técnicas de adiestramiento canino más apropiadas a cada perro y familia, adaptándonos a tu horario y necesidades.
Esta forma de trabajo es la que nos está aportando los mejores resultados y los clientes más satisfechos, puesto que al finalizar, el vínculo creado entre tú y tu perro es muy fuerte.
Para este tipo de modificación de conducta en perros, te invitamos a que nos llames sin compromiso, nos envíes un WhatsApp o un correo electrónico para concertar una primera cita, donde conoceremos a tu perro y evaluaremos vuestras necesidades.
Valoramos los comportamientos a mejorar y las posibles soluciones, indicándote las sesiones de educación canina necesarias y el coste que te supondría. También te explicamos en que consisten las sesiones y que implicación requieren por tu parte.
Este servicio permite que personalicemos no sólo el número de sesiones y los horarios, adaptandonos a tus necesidades, sino que pueda asistir toda la familia.
También adaptamos los ejercicios y enseñanzas de cada sesión a las necesidades de la familia y a los requisitos del perro.
El número de sesiones varía, dependiendo no sólo de los objetivos a conseguir sino de la voluntad y la constancia de la familia a la hora de realizar los ejercicios.
También varia de la patología que presente el perro: miedo, estrés, agresividad, ansiedad por separación, etc…
No. En KOIRA no trabajamos con packs, sino con sesiones individuales. Y en caso de ser necesarias varias sesiones, el pago se realiza individualmente en cada sesión.
En estos casos se acuerda un espacio de tiempo entre una sesión y otra, para que la familia pueda trabajar al perro. Normalmente entre sesión y sesión suele transcurrir entre 7 y 10 días, excepto entre la 1º y 2ª sesión que podrían pasar unos 4 o 5.